Hace ahora dos años, el director de un taller de empleo me comentaba la impresión que le había causado el hecho de que una alumna de dicho taller renunciara a una oferta de empleo. Su estupor no venía causado por la renuncia sino por la forma de motivarla. Sencillamente, su novio no estaba de acuerdo.

En los últimos meses, contrastando información con el profesorado, compruebo su desazón por la observación de una involución en materia de igualdad. Que si son los medios, que si es por causa de El Arrebato,…

No tengo el gusto de conocer a El Arrebato, se ve un hombre afable y el himno del Sevilla le quedó perfecto, pero aquello de “Búscate un hombre que te quiera, que te tenga llenita la nevera” merece ser revisado. Ante este pareado el «así planchaba, así, así,…» se convierte en una simpleza.

La autoconfianza es una actitud fundamental de la persona que emprende. Sin embargo, quedan resquicios de actitudes que relegan a la mujer a un segundo plano. Una profesora de secundaria me indicaba que ella veía en esta involución una búsqueda de una falsa protección en la pareja.

Hace unas semanas, hablando con la pequeña Paula, le indicaba que lo más importante es que nunca nadie le impusiera nada. Que ella, única y exclusiva, siempre decidiera.

Un día después le invitaba a escuchar una canción (pulsamos sobre la imagen), canción que propongo para evocar la necesidad de autoconfianza. Esa autoconfianza que ganaron nuestras madres y que deberían refrendar nuestras hijas.

Por cierto, Paula ya canta el estribillo: “Tengo, tengo, tengo y si no me lo invento,…”

Tengo, tengo (Pastora)

Tengo, tengo (Pastora)

11 comentarios
  1. Valeria Rubí Villegas
    Valeria Rubí Villegas Dice:

    Estamos tan acostumbradas a los estereotipos e ideales de género marcados por la sociedad desde tanto tiempo atrás que a veces no nos damos cuenta de que nosotras mismas los tenemos interiorizados. Y aunque ha habido avances importantes a lo largo de la historia con respecto a esta materia, aún queda mucho por cambiar en el raciocinio de la sociedad actual.
    En un capítulo de Los Simpsons, Marge, la madre de la familia, descubre su extraordinaria habilidad para la carpintería pero se ve en la tesitura de tener que dejar que su marido se atribuya el mérito de sus obras, ya que toda la comunidad se niega a contratar este servicio con una mujer. Y es que aún existe el estereotipo de mujer frágil y siempre perfecta que no debe mancharse las manos de grasa en un taller de carpintería o mecánica (ambos catalogados por ser trabajos empeñados por el género masculino). Sin embargo, no está mal visto que dicha mujer se manche las manos en un servicio de limpieza o relativo a las tareas domésticas, porque el único papel que siempre les ha sido impuesto está en la casa con los niños.
    Igual ocurre en la película de “Big Eyes”, que aún no he tenido oportunidad de disfrutar pero cuyo tráiler y cuya sinopsis revelan la historia, basada en hechos reales, de Margaret Keane, una artista que dejaba que su marido, Walter Keane, se adjudicara la auditoría de sus obras para poder venderlas, por la mala imagen que tenía la mujer en aquella época. Estamos hablando de los años 50-60, época en que las mujeres aún dependían de sus maridos.
    Por otro lado, retomando el trabajo en el hogar, alabo a aquel hombre que decide quedarse en casa haciéndose cargo de las tareas que requiere la misma y del cuidado de sus hijos, siendo en este caso la mujer el principal sustento de la familia o, en palabras de El Arrebato, la que le tenga “llenita la nevera”. Así lo hace Matt en la película “El becario”, donde adquiere el papel de “amo de casa” sin tener que perder la dignidad por ello, para que Joule, su mujer, pueda trabajar en su elemento, su propia empresa de moda online. En definitiva, celebro la emergencia del concepto en género masculino.
    A pesar de todo lo que es evidente que queda por cambiar, hoy podemos elegir no ser nosotras mismas las que nos cerremos puertas y no dejar que esos estereotipos oculten al mundo ninguna de nuestras otras muchas cualidades, reivindicando lo que es nuestro, “y teniendo lo mío así no dependo”.

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  2. Maria Vallejo Blanes
    Maria Vallejo Blanes Dice:

    Nº DE REFERENCIA: 1
    La mayor parte de la sociedad cree que ya existe una igualdad entre géneros y que todo es de color de rosa, no perdonen, esto no es así.
    Miles de mujeres menores de edad y mayores de edad, se enfrentan día tras día a que sus parejas les PROHÍBAN trabajar en un sector donde la mayoria de sus compañeros son hombres (ejem; hostelería), vestir con escotes o incluso maquillarse, y todo por miedo a decir NO. Tenemos que educar a la sociedad desde que aprenden a realizar restas con llevadas a que todos somos personas indistintamente de nuestro sexo y que no tenemos que tener miedo sino que tenemos derecho a tener TODOS una oportunidad sea donde sea.
    Pastora, en su canción dice una frase que me encanta «No me dejo pisar, tengo el alma espabila de tanta tontería escucha porque tengo ganas tengo tiempo tengo un hombre dentro de mi cama´´ , nadie nos debe pisar mujeres del mundo tenemos que tener todo lo que nos propongamos y luchar por no escuchar mas NO en nuestras vida, no nos cerremos más puertas.

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  3. Hajar El Abyad
    Hajar El Abyad Dice:

    Si hablamos de estereotipos, podemos abarcar una multitud de ellos, pero es importante destacar el concepto del tiempo en el sentido de que, a pesar del tiempo transcurrido, a pesar de mil manifestaciones y huelgas, sigue prevaleciendo el concepto de mujer como ser humano inferior al hombre y que además ésta, está condenada a depender de éste. A parte de que estos estereotipos prevalezcan en el hombre, también prevalecen en las mujeres, en el sentido de que hay muchas mujeres que aún defienden la idea de depender primero de sus padres y posteriormente de sus maridos.
    Como bien se ya comentado, desde siempre, la mujer ha sido considerada inferior al hombre en todos los ámbitos, por ejemplo, en el mundo laboral. Es cierto que existe una multitud de puestos de trabajo que rechazan al género femenino para desempeñar una actividad dentro del puesto de trabajo ya que se considera según la sociedad, un ser inferior al hombre, por ello no está capacita a ello y por lo tanto ésta sólo debería de desempeñar actividades relacionadas con el hogar y los niños. Bajo mi punto de vista, el trabajo doméstico no es un trabajo fácil, es una pena que no se reconozca como trabajo duro al considerarse no retribuido. Muchas veces, la mayoría de las personas no confían en el trabajo de las mujeres, por el simple hecho de que sean mujeres o por el simple hecho de que nos hayan educado desde siempre a verlo así. Si nos enfocamos en un ejemplo típico, el ejemplo de la conducción de los coches: está más que estudiado que las mujeres son más cuidadosas al hacer las cosas y entre esas cosas está la función de conducir, por ello, muchas veces cuando me monto con amigos en un coche y pasa una mujer con su coche conduciendo, sueltan el típico comentario: “mujer tenía que ser”. Otro ejemplo relacionado con los puestos de trabajo es cuando vemos una mujer desempeñando una función o un trabajo que históricamente se haya realizado por el hombre y no nos fiamos de nosotras, por el simple hecho de que seamos mujeres y nunca hemos desempeñado este tipo de trabajo porque siempre hemos estado educadas a desempeñar tareas relacionadas con el hogar.
    Bajo mi punto de vista, hay que trabajar demasiado para cambiar estos estereotipos, pero desde la raíz, siendo la raíz: nosotras, las mujeres. Si todas las mujeres no están dispuestas a cambiar dichos estereotipos, desde luego que, aunque los hombres quieran cambiarlo, no lo conseguirán. La raíz está en nosotras, en nuestra educación, en nuestra confianza, nuestra decisión, nuestro desempeño, en nuestra actitud y sobre todo en nuestra educación, es decir, en la manera en la que somos educadas y la mentalidad con la que crecemos todas.

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  4. Laura Victoria Sánchez Barranco
    Laura Victoria Sánchez Barranco Dice:

    Cada día podemos ver en un periódico, redes sociales o televisión la mejora en el tema igualdad. Sin embargo, estos mismos medios de comunicación minutos después nos enseñan noticias con los siguientes titulares: “La esposa y la madre de Felipe VI posan sonrientes a su llegada a la clínica en la que ha sido operado el Rey Juan Carlos” (El País, 2018), “Bustamante y su rusa” (RTVE, 2019), “Tesla elige a una mujer para sustituir a Elon Musk en la presidencia” (La Vanguardia, 2018), “La vida normal de la chica violada en San Fermín: universidad, viajes y amigas” (El Español, 2018) y así podríamos seguir leyendo semejantes barbaridades.
    ¿Acaso Letizia Ortiz y Sofía de Grecia no son reconocidas nacional e incluso mundialmente por su nombre, que requieren ser mencionadas como “el algo de” un hombre? ¿Yana Olina sólo puede destacar por su nacionalidad y no por ser una bailarina profesional premiada como bicampeona de España y semifinalista de Europa en 2017? ¿Robyn Denholm lleva tantos años trabajando en Tesla, y ni siquiera se saben su nombre? ¿Una víctima de violación no tiene derecho a rehacer su vida, pero un violador sí?
    Estas son las preguntas que la gente debería formularse al ver aparecer tales titulares. En cambio, en pleno 2019 muchas personas siguen sin ver nada raro en esto. No llego a comprender si es debido a que nos bombardean constantemente con ellos y al final nos acostumbramos, o es cuestión de la educación impartida o qué otro motivo puede ser el que nos mantiene aún atados a este atraso tan cargante.
    La parte positiva es que cada vez más mujeres se imponen ante este pensamiento y cantamos el “tengo, tengo, tengo y si no me lo invento”. La sociedad, aunque lentamente, se va encauzando en este camino de completa igualdad, permitiendo cada vez menos que, por ejemplo los medios, se vayan de rositas con titulares como los anteriores e impartiendo una especie de justicia en redes sociales reprochando y haciéndoles cambiar el titular o eliminarlo. Las mujeres tienen un camino largo que recorrer para conseguir ese empoderamiento y autoconfianza que muchas veces la sociedad intenta arrebatarnos. Y no sólo debemos luchar por nosotras, debemos luchar por nuestras futuras generaciones. Nuestras generaciones pasadas ya comenzaron esa lucha, y aunque avance despacio, avanza. Porque cuando yo oigo a mi abuela decir “lo estamos logrando”, sé que algo estamos haciendo bien.

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  5. Lorena Escarabajal
    Lorena Escarabajal Dice:

    Sobre el artículo en sí, me parece muy triste que a día de hoy una mujer (joven o adulta) siga teniendo ese handicap consigo, es decir, la limitación o el miedo de hacer algo que para ella va a ser bueno, (esto desde luego también radica en el modo de ser de cada uno, pero también me gustaría resaltar en que las mujeres llevamos encima el peso aparente de tener que hacer todo bien y contentar a todo el mundo (de una u otra manera), ya que «somos los seres buenos, sensibles y comprensibles» que debemos poner cordura a todo) y no lo hace o bien por miedo de que su pareja la deje o por las represalias/ enfado de la misma.
    Todo esto motivado siempre, por la cultura de no igualdad que llevamos arrastrando desde hace años y aún está instalada en la sociedad y creo, que cada vez más, aunque sea penoso reconocerlo en el 2020. Hoy en día como en los comentarios anteriores he leído, sigue la famosa frase de «mujer tenías que ser» (en el mejor de los casos) para defenderse de algún tipo de comentario que dañe el ego masculino por nuestra parte, y eso que sólo pedimos ser tratadas de igual modo, por que si dices algo que no les cuadre mucho, ya sean hombres o mujeres,con una mentalidad más cerrada, siempre puedes ser una «feminazi».
    Para terminar, esto pasa en la sociedad española, que es una de las que más ha trabajado en estos comportamientos, en teoría, pero en clase hay chic@s erasmus que comentan que al menos aquí se sientes seguros de ir por la calle solos, ya que saben que no les va a pasar nada. Lo peor es que incluso aquí, te puede pasar de todo.

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  6. María del Mar Soriano Tortosa
    María del Mar Soriano Tortosa Dice:

    Este post me parece muy interesante, en primer lugar, aunque parezca que no es relevante; la fecha. Fue escrito en 2013, han pasado ya 7 años y me parece sorprendente que en la actualidad sigamos con los mismos problemas que por entonces; el machismo.
    Muy a mi pesar, el machismo es algo con lo que vivimos todos los días, a veces en mas y otras en menos medida, pero es algo con lo que hemos aprendido a vivir desde pequeños.
    En casa, por ejemplo, mi padre se llena la boca de decir que la igualdad es algo por lo que tengo que luchar día a día, y que tengo que conseguirlo por mi y por todas, pero, incluso aunque el me diga eso, muestra micro-machismos, que ni el mismo se da cuenta…¿Quién limpia la casa? ¿Quién pone y quita la mesa?
    Con esto me quiero referir, a que al haber sido criado así, el mismo ha tenido un cambio de mentalidad, pero no lo suficiente como para ver que la sociedad ha evolucionado mucho más.
    El problema no es que mi padre con 62 años sea machista, el problema es que alguien con 22 lo siga siendo, como alguien que tiene la misma edad que yo, y que se ha criado en el mismo tiempo, ¿puede pensar tan diferente a mi?
    En la actualidad, me atrevería a decir que hay más machistas de mi edad, que feministas, por muy doloroso que sea.
    Lo podemos ver incluso en anuncios, como el de ‘Securitas Direct’, la mujer para contratar el seguro, primero tiene que llamar a su marido y que de el consentimiento… ¿Hola? A estas alturas me niego a pensar que yo necesite a alguien para contratar algo.
    Como bien refleja la canción, lo que quiero lo voy a tener, me voy a mantener y no voy a depender de nadie.
    Aspiro a un futuro en el que el machismo solo sea una parte del pasado, en el que todos somos iguales y el que nadie dependa de nadie, solo de uno mismo.

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  7. Antonio Jesús Molina
    Antonio Jesús Molina Dice:

    Muchas veces tratamos los estereotipos como algo que ha quedado atrás y que a día de hoy, el rol de la mujer tanto en casa, como fuera de ella ya no es el que era años atrás. Sin embargo, las experiencias me han hecho ver que la mujer están limitadas en numerosos ámbitos. Un ejemplo,que me parece que muestra que nos quedan muchos avances por delante, es la cantidad minúscula de mujeres que estudían carreras técnicas o relacionadas con la ingenieria. Cuando yo estudie bachillerato tecnológico, sólo había una chica en nuestra clase, junto a 9 chicos. Sin embargo, en la modalidad de ciencias de la salud, encontrabamos a una quincena de chicas y sólo a dos chicos. Creo que esta experiencia, es un ejemplo de que hay profesiones en las que las chicas y mujeres son una minoría debido al rol impuesto. Por fortuna, esta situación está mejorando de forma continua. Otra conducta que he comentado con algunas amigas, es que a día de hoy en muchos hogares, a las chicas se les educa para que colaboren en tareas del hogar desde pequeñas, mientras que si tienen algún hermano a éste se le ha inculcado menos la realización de estas tareas. Estas conductas, hacen que desde pequeños muchos hombres normalicen que las tareas las tienen que realizar su madre, hermana o pareja. Personalmente, opino que en mayor o menor grado la mayoría de hombres, tenemos que ser autocríticos y cuestionarnos nuestras actitudes más, en lugar de cuestionar a quién reivindica un trato justo. Y esto no se soluciona, sólo con presentarse un día en una manifestación, sino en nuestras acciones diarias y corrigiendo las negativas en nuestro entorno.

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  8. Ana Frías
    Ana Frías Dice:

    Es triste que a día de hoy nos tengamos que seguir levantando viendo este tipo de titulares: El nuevo spot de Agent Provocateur: ¿adalid del empoderamiento o del sexismo más rancio? (más abajo adjunto el enlace)

    Que sigan pasando estas cosas en el mundo de la publicidad no es más que un mero reflejo de lo que se cuece en la sociedad. Sí, las mujeres seguimos estando idealizadas, nuestro cuerpo sigue siendo el foco de atención en más de un centenar de situaciones lo que permite que se releguen nuestras actividades y logros a un segundo plano.

    Es en este punto donde deberíamos de hacer una autocrítica y concienciarnos con que la lucha comienza por uno/a mismo/a, de poco sirve criticar este tipo de campañas publicitarias si, de algún modo, estamos contribuyendo a que la sociedad se siga nutriendo de unos estereotipos erróneos. Somos la fuerza impulsora del cambio, tenemos que comenzar por un trabajo autónomo que nos permita eliminar de nosotros/as mismos/as aquellas ideas que tenemos interiorizadas desde no se sabe cuándo.

    Recalco también la gran responsabilidad que tenemos los responsables del marketing pues no somos realmente conscientes de la influencia que ejercemos sobre el target al que nos dirigimos (y al que no, también). En este punto hay que cuidar el lenguaje, los mensajes (visuales y no visuales) y generar una red que permita empatizar con unos nuevos valores que ayuden a ejercer un efecto de «choque» sobre la población para romper con lo previamente establecido.
    Os dejo por aquí también una noticia sobre el spot publicitario que realizó «Billie» que dice lo siguiente: «Si quieres depilarte, aquí estamos.» Fue una campaña muy resonada y fue foco de numerosas críticas a pesar de que se limitó simplemente a mostrar una realidad: las mujeres también tenemos bello.
    Respecto a esto último, Amaia Romero, exconcursante y ganadora del show televisivo «Operación Triunfo», ha contribuido a este movimiento social mediante apariciones en público en las que dejaba ver partes de su cuerpo sin depilar. A pesar de ser una música y artista de 10 esto se quedó en un segundo plano mientras las críticas, por ser «una guarra sin depilar», tomaron el protagonismo en innumerables ocasiones.

    Con esta pequeña aportación solo quiero dejar abierto el camino de la autocrítca con lo que hacemos y pensamos. Evitar quitarnos nuestro peso de culpa y afrontar nuestra figura social con responsabilidad y empatía.

    P.D. Aquí adjunto los enlaces de las campañas:
    https://www.marketingdirecto.com/marketing-general/publicidad/nuevo-spot-agent-provocateur-adalid-empoderamiento-sexismo-mas-rancio
    https://smoda.elpais.com/moda/actualidad/llega-por-fin-un-anuncio-de-depilacion-femenina-en-el-que-las-modelos-tienen-vello/

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  9. Ana Teruel Corbalán
    Ana Teruel Corbalán Dice:

    Cada vez somos más las mujeres y hombres que luchamos por nuestras decisiones. Pero la sociedad aún tiene carencias y debe ser educada.
    Está claro que a mi madre le podrían decir mis abuelos que buscara un “hombre de bien”, ella entendía por hombre de bien, un hombre educado, ellos lo entendían como gente de dinero para que su hija no pasara penurias y yo lo entiendo ¿Para qué quiero buscar a un hombre?. No en tono despectivo, sino desde el punto de vista que me valgo por mi misma, de mi confianza e independencia de trabajo, no necesito que me llenen la nevera, ya me la lleno yo.
    Somos miles de mujeres las que defendemos nuestra posición. Las que queremos una igualdad, no una superioridad del hombre, ni de la mujer. Estar al lado el uno del otro, trabajando codo con codo cobrando un salario igualitario, entre otras cosas.

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  10. Judith Martínez
    Judith Martínez Dice:

    Me parece muy interesante esta entrada ya que pone de manifiesto la multitud de cosas que aún faltan por cambiar a día de hoy en lo que respecta a la igualdad entre hombres y mujeres. Si bien es cierto que hemos avanzado muchísimo en la lucha por la igualdad de género, aún hay pequeños micromachismos que tenemos que rebatir. Ya basta de tratar a una mujer como un ser débil, sumiso y diminuto, basta de juzgar a una mujer por su forma de ser o de vestir, basta de tratarla solo como madre y esposa, basta de machismo. Al leer el principio de esta entrada, en la cual se comenta que una chica ha rechazado una oferta de trabajo porque su novio no estaba de acuerdo, he sentido mucha pena por esa chica, ya que estoy segura de que habrá tenido mil y una oportunidades como esa para crecer como persona, aprender, emprender y muchas cosas más, y por culpa de un hombre así las habrá perdido todas.
    Me alegra pensar que a día de hoy hay muchísimas mujeres que luchan a diario por esta igualdad, como por ejemplo la canción que expone el profesor llamada Tengo, cantada por Pastora. La letra me parece fascinante ya que muestra como una mujer es completamente libre de hacer lo que quiera sin la aprobación de nadie, y sobretodo esta frase se me ha quedado en la memoria: «Tengo, tengo, tengo, Y si no me lo invento. Y teniendo lo mío, así no dependo». Me encanta esta parte porque incita a la mujer a ser libre, emprendedora y sobretodo independiente. Esta canción muestra confianza, seguridad y autoestima en sí mismo, y esto pienso que es fundamental a la hora de emprender.

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