Entradas

Emprender, emprendedores, emprendimiento,… Estas palabras, como otras, se alejan de su contenido de tanto emplearlas como justificación de programas de dudoso resultado.

También en plan «gurú» nos hablan de aprender, desaprender, reaprender,… Qué decir de la eterna revolución de las aulas, del modelo finlandés, del debate de las tareas para casa, de la necesidad de una formación más práctica, del área de confort,….

A todo esto, sociólogos nos hablan de la generación express. Esta generación que a modo de coitus interruptus considera que el texto es innecesario, gestionando sentimientos a golpe de postureos varios y de comportamientos que parecen instalados en una eterna adolescencia.

Ante tanta tropelía y atropello, la docencia o el magisterio parecen relegados a un segundo plano. Las píldoras formativas se indigestan y los cursos de formación son de todo menos ocupacionales. A los datos me remito.

Los planes de estudios son de gabinete y el conocimiento se desdeña con despecho. Para qué la filosofía, para qué el arte, para qué la música,… No toquemos la religión (como esfera íntima es respetable), tampoco a la educación concertada ¡Qué atrevimiento!

Discrepar es atentar, opinar es ofender, tener criterio y mostrarlo nos hace formar parte de sospechosas logias. Me siguen apareciendo Orwell y Huxley por todos lados.

Preocupado por excederme en relación a las líneas que pudieran resultar oportunas, continúo esta disertación bloguera.

Apasionado del Slow Emprende (término cool que aporto para póster y carteles sobre el estreñimiento, perdón emprendimiento), considero que la solución pudiera estar en la docencia real, en el magisterio.

Después de varios cursos formando al profesorado en el fomento de la vocación emprendedora (me gusta más el concepto desarrollo de la iniciativa personal), he evaluado a docentes brillantes que con sus métodos superan las expectativas de las competencias a desarrollar. Este talento deriva en la mayoría de los casos de su gestión del conocimiento y de su capacidad docente, pocas veces del seguimiento de proyectos educativos «para emprender» sesgados y caducos.

Preformación Preformación Equipos Directivos Sevilla (25 de febrero de 2013)

Sesión preformación Equipos directivos centros educativos Junta de Andalucía (Sevilla)

Porque lo importante es conocer y disfrutar conociendo, para con ello seguir aprendiendo y tener más bazas para decidir.

Para ello, a pesar del golpe a golpe al que se ven sometidos, maestros y maestras son necesarios como el pan de cada día.

Todo el mundo habla de la necesidad de cambiar el sistema educativo. ¿Han preguntado a la docencia? Llevo años proclamando la necesidad del empoderamiento docente, la necesidad de un enfoque ascendente que dote de autonomía evaluada a los centros. Probablemente la solicitud entrañe una dificultad insalvable: la necesidad de contemplar medidas a largo plazo, más allá de los períodos que comprenden unas legislaturas cada vez menos duraderas.

Viñeta de El Roto empleada como epílogo en la formación

Viñeta de El Roto empleada como epílogo en la formación

Ante tanta memez recuerdo a Don Nicolás, a Don Indalecio, a Don Rafael, Don Juan Rosillo,… Más reciente es el recuerdo de Adelina, Adriano o Manuel,… Maestros y profesores que intentaron enseñarme a pensar y que provocaron mi gusto por conocer. Junto a los anteriores, los maestros y profesores de mis hijos por acción u omisión, hay mucho más de los primero, me llevan a la convicción del papel crucial del magisterio en el desarrollo de la iniciativa personal. Si prefieren la terminología «gurú» podríamos concluir que la docencia real es imprescindible para desaprender, aprender o reaprender; también para fomentar la vocación emprendedora.