En el año 2001, tras dos años de intenso trabajo de I+D+i , creo la aplicación Proyecto Funámbula, aplicación que servía de base al servicio de formación, asistencia, implantación y emancipación que contrataron Cámaras de Comercio, programas desarrollados en el marco de la Iniciativa Comunitaria EQUAL y Grupos de Desarrollo Rural. El ámbito de actuación de estas entidades eran espacios de Andalucía.
En el año 2007, junto a mis compañeros y compañeras de Equipo Funámbula, inicio un proceso de I+D+i que me lleva a otros dos años de desarrollos en los que mantuve, junto a la directora de Equipo Funámbula (Gracia M. Puga Vargas), más de 80 reuniones técnicas con personas usuarias del sistema que estábamos desarrollando. Se estaba gestando el sistema CREAR.
En el año 2009 sale a la luz el sistema CREAR (Centro de Recursos para Emprender en el Ámbito Rural), servicio que integra la puesta a disposición de una potente aplicación que sumaba a un sistema asistido de redacción de planes de empresa (con uno de los más completos y a la vez sencillos sistemas de análisis de viabilidad económica y financiera) un sistema de generación documental que facilita el desarrollo único del trámite. Como siempre, este servicio ha cobrado eficiencia con un sistema de formación, asistencia y emancipación que incrementa notablemente el valor percibido.
En la actualidad hacen uso de este sistema 41 de los 52 Grupos de Desarrollo Rural de Andalucía. Esta circunstancia me ha permitido a nivel particular seguir en contacto con las iniciativa emprendedoras andaluzas, circunstancia que considero una oportunidad de aprendizaje y reciclaje continuado, además de ayudarme a transmitir verdad.
Si bien para hablar de la muerte uno no ha de morir, además de ser físicamente imposible, ayuda a fomentar la cultura emprendedora (ahora en la esfera empresarial) el hecho de ser empresario y haber estado en contacto directo con iniciativas emprendedoras de diferentes territorios.