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Me preguntan cómo explicar las actitudes emprendedoras sin recurrir al discurso del malogrado Steve Jobs o al famoso vídeo de los marcianitos que demuestran orientación al logro, orientación al cambio, trabajo en equipo, paciencia, perseverancia… Pienso en las múltiples escenas de películas, recurso éste que empleo como base de diferentes instrumentos y que denomino evocación cinematográfica. Este blog está salpicado de este recurso. Sin embargo, apuesto en este caso por otro recurso.

En algún proyecto he recurrido a la evocación literaria, al uso de la poesía como arma cargada de futuro, que diría el poeta Gabriel Celaya. A Mario Benedetti es uno de los poetas que sobreexploto, en el buen sentido de la palabra, bien para evocar las actitudes emprendedoras o bien para explicar el umbral de rentabilidad. Sí, tambíen se puede.

En la poesía Lento pero viene Mario Benedetti evoca las actitudes y motivaciones que  son propias de las personas emprendedoras.

La paciencia y la perseverancia son una constante “lento pero viene, (…) despacio pero viene”, la referencia a la incertidumbre del entorno la encontramos al hacer referencia al lugar que ocupa el futuro: “hoy está más allá de las nubes que elige”, la búsqueda del elemento: “cuidando sobre todo los sueños prohibidos”, siendo evidente la orientación al logro: “viene con proyectos y bolsas de semillas”, planteando la relevancia de la experiencia y la formación: “los recuerdos yacentes y los recién nacidos”, abandonando el fatalismo y abonándose a la capacidad personal: “cada vez más nosotros y menos el azar”,…

Son múltiples las lecturas, múltiples las posibilidades de evocación. La enseñanza de “Lento pero viene” viene dada por la necesidad de considerar el medio y el largo plazo en los proyectos que emprendemos a lo largo de nuestra vida. La situación actual viene provocada, posiblemente, por esa falta de perspectiva, por un excesivo cortoplacismo en la toma de decisiones a todos los niveles.

Don Mario Benedetti ya no está entre nosotros, nos queda releerlo o escuchar como recitaba este poema. Como escribiría Blas de Otero, y tan bien canta Paco Ibañez, «nos queda la palabra», nos queda su palabra.

Lento pero viene

Lento pero viene y las actitudes emprendedoras

Benedetti, «Lento pero viene» y las actitudes emprendedoras

Lento pero viene
el futuro se acerca
despacio
pero viene
 
hoy está más allá
de las nubes que elige
y más allá del trueno
y de la tierra firme
demorándose viene
 
cual flor desconfiada
que vigila al sol
sin preguntarle nada
iluminando viene
las últimas ventanas
lento pero viene
las últimas ventanas
lento pero viene
 
el futuro se acerca
despacio
pero viene
ya se va acercando
nunca tiene prisa
viene con proyectos
y bolsas de semillas
con ángeles maltrechos
y fieles golondrinas
 
despacio pero viene
sin hacer mucho ruido
cuidando sobre todo
nuestros sueños prohibidos
los recuerdos yacentes
y los recién nacidos
 
lento pero viene
el futuro se acerca
despacio
pero viene
 
ya casi está llegando
con su mejor noticia
con puños con ojeras
con noches y con días
con una estrella pobre
sin nombre todavía
 
lento pero viene
el futuro real
el mismo que inventamos
nosotros y el azar
cada vez más nosotros
y menos el azar
 
lento pero viene
el futuro se acerca
despacio
pero viene
 
lento pero viene
lento pero viene
lento pero viene
Mario Benedetti