Hablar de aceite y de Priego es una misma cosa, la Denominación de Origen que defiende y promueve la calidad de sus aceites indica en su eslogan de forma sugerente: ¿Por qué somos únicos?
Hace ya unos años, cuando redacté un manual para la puesta en valor comercial en agrotiendas del aceite de oliva virgen extra (AOVE) en diferentes comarcas andaluzas, señalé que no hay mejor forma de diferenciar los productos de calidad que ligarlos al territorio. Cuando comía cerca de Priego junto al equipo que me acompañaba (son dos personas pero queda muy in decir equipo) observé como en el restaurante aparecía una alacena que contenía aceites de la Denominación de Origen Priego de Córdoba, mostrando información de las características de cada una de las marcas allí expuestas. Me alegra que se apueste por el oleoturismo, aunque en el caso de Priego cualquier excusa es buena para hacer turismo. Son tantos los recursos, es tan atractivo el producto turístico.
Allí, en Priego, nos recibieron Manuel y María del Carmen, sobrino y tía, empresario y empresaria que supieron mirar a su alrededor y que encontraron la motivación suficiente para cursar estudios de formación profesional relacionados con el ciclo del aceite, el primero tras cursar estudios de comercio exterior y la segunda tras cursar estudios de química. Me hablaban de la importancia que tuvo en esta decisión uno de sus profesores, circunstancia que ensalzo en mi propósito de defender el empoderamiento docente. Del mismo modo es evidente su paciencia, su capacidad de organización, como lo es la seriedad mostrada por María del Carmen y Manuel. A la sazón, socia y socio fundadores de Oleosur, laboratorio independiente de análisis de aceites de oliva.
Como siempre aprendí de entrevistado y entrevistada, en esta ocasión la forma de analizar químicamente la calidad de un aceite entre cromatógrafos e instrumental diverso cuya inversión resulta más que relevante, como evidente es la capacidad de asunción y comprensión del riesgo. Pero sobre todo comprendí la importancia del apoyo familiar y la visión no cortoplacista de una empresaria y un empresario como la copa de un pino. Perdón, como la copa de un olivo.
Como sugiere el eslogan de la Denominación de Origen de Priego, comprendí por qué Manuel y Maria del Carmen son únicos, con la claridad y el brillo proyectado por el aseite de la Subbética cordobesa alojado en probetas, tubos de ensayo y vidrios varios.