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Concluye una nueva acción, concluye un nuevo intento de despertar el ánimo por emprender. En esta ocasión, reeditamos el formato desarrollado en la Comarca de la Serranía Suroeste en el curso anterior, ahora en el Bajo Guadalquivir. Antes en Marchena, ahora en El Coronil. Agradecemos la confianza del GDR Bajo Guadalquivir (Adelquivir).

La acción gira alrededor de un concurso de ideas, de un autodiagnóstico del perfil emprendedor, de un diagnóstico de la idea. Cuatro sesiones presenciales, el acceso a la plataforma e-learning y mucha información, fruto de muchos años de documentación y elaboración de materiales originales.

Como en el año anterior, vuelve a destacar la importancia de la formación y ésta se refleja en la redacción de las ideas. Nos asola siempre la duda de si es justa la diferencia que incorpora el hecho de estar más o menos formado, duda que se resuelve si consideramos que tras la voluntad de formarse hay inquietud, orientación al logro, orientación al cambio, perseverancia y, sobre todo,  consideración del largo plazo.

El premiado y las premiadas atesoran, según nuestro criterio, estas actitudes.

En Darío hemos visto a un cosmopolita que intenta con su idea poner en valor los recursos de su pueblo, signo de inteligencia.

En Maribel observamos a una profesional de un sector que pasa por enormes dificultades, me refiero a la arquitectura, explorando nuevas posibilidades, detectando yacimientos de empleo sin la necesidad de invocar a Délors.

Isabel (Concejala de El Coronil), Maribel (premiada), Jerónimo Guerrero (alcalde de El Coronil y Presidente de Adelquivir), Elena (premiada), Darío (premiado) y Gracia (directora de Equipo Funámbula)

Isabel (Concejala de El Coronil), Maribel (premiada), Jerónimo Guerrero (alcalde de El Coronil y Presidente de Adelquivir), Elena (premiada), Darío (premiado) y Gracia (directora de Equipo Funámbula)

A Elena le animamos a destapar ese arte que ya destapara en compañías de danza y en la película Sevillanas de Carlos Saura. Otra alumna ilustre que con su cuerpo marca el trazo de un arte que ligado al origen se convierte en cosmopolita.

Yo a Darío, a Maribel y a Elena  los veo reflejados -como rurales cosmopolitas, creativos y modernos- en una pieza de la gran Pina Bausch. Recomiendo asistir a la secuencia de alegorías y metáforas de la película Pina, a cuyo tráiler podemos acceder pulsando sobre la fotografía.

La gran Pina Bausch

La gran Pina Bausch

Como diría Pina, «Danzad, danzad o estaréis perdidos»

 

Miércoles 3 de abril, el reloj apunta a las cinco menos cuarto de la madrugada cuando ya he dado buena cuenta del primer café de la mañana, maleta de dos días y rumbo a El Coronil (Sevilla). Me acompaña Jota, agradezco su conversación que evita cualquier conato de sueño, lógicamente inoportuno. En apenas dos horas y media, a velocidad adecuada, llegamos a Los Cazaores (Puebla de Cazalla, Sevilla). Este establecimiento es junto a El Faro, en una de las salidas de Antequera, el que ofrece uno de los mejores molletes de jamón ibérico. Segundo café de la mañana o, más bien, de la madrugada.

Ya en El Coronil, reencuentro con Pepi (técnica del ayuntamiento y antigua alumna) y con Magdalena (técnica del Grupo de Desarrollo Rural del Bajo Guadalquivir y también antigua alumna), el alcalde de la localidad y el gerente del Grupo de Desarrollo Rural realizan la presentación de la acción formativa.Presentación Jornadas Adelquivir

Jota introduce con un relato que repasa la relación entre el hecho de emprender y las acepciones del término necesidad. El alumnado, como siempre variopinto, muestra interés por lo que les contamos o, al menos, así nos lo parece. Hablamos de la posibilidad de emprender en el medio rural. Nos cuentan anhelos, indecisiones, sueños, ideas y oportunidades. Durante cuatro horas hablamos de actitudes emprendedoras a través del estudio de casos conocidos de primera mano.

Jota introduce

Tras el almuerzo, aprovechamos nuestra estancia en la campiña sevillana para intentar concertar una cita con Jorge Gallego, pintor figurativo de Montellano (Sevilla) al que desde hace unos años le sigo la pista.

Licenciado en Bella Artes sevillano, premio nacional de pintura figurativa y ejemplo de persona que demuestra que es más importante lo que se hace que el lugar donde se hace. Visitamos su estudio en Montellano (Sevilla). Jorge nos explica su evolución creativa, la situación del mercado del arte, disfrutando de sus obras y de su conversación. De ésta, Jota y yo destacamos una cita:

“Renuncio a pintar los paisajes porque no aporto valor a su belleza, por este motivo tengo esa querencia por la herrumbre y la ruina”

Destacaría de Jorge su apuesta por fijar su estudio en su lugar de residencia y por ser consecuente con su elemento: la pintura.

Todas las obras expuestas en su coqueto estudio  merecen atención, sobresaliendo por encima de todas “Retrato de una experiencia”. En esta obra destacan las manos de una mujer que denota con su mirada la verdad de quien  ha compaginado con esmero la crianza de diez hijos y la atención al pan que a diario se ha horneado en la panadería familiar.

Con Jorge Gallego, en su estudio

Con Jorge Gallego, en su estudio

Esas manos sobresalen, por encima de todo, como gesto del pintor que pone en valor el esfuerzo y tesón de alguien a quien muestra con su trazo el cariño que le profesa.

El arte es emoción y Jorge, el artista, su consecuencia. Ese cuadro, sobresaliente y magnífico, evoca lo subrayado por su título: “El Retrato de una experiencia”.

En nuestro caso, esa experiencia es el contacto continuo con quien emprende (hoy es Jorge) y es este relato el mejor de los retratos.