La lectura de los periódicos y la visión de los telediarios que salpican mi querida España, esta España mía, esta España nuestra (que diría la malograda Cecilia) me llevan a reflexionar acerca de lo inmunes que somos en este país a episodios que servirían de carnaza para ilustrar cualquier esperpento de Don Ramón del Valle Inclán (me encanta poner el don a quien se lo merece).

Cuando uno aborda los ambientes de decisión que pueden darse en una toma de decisiones intenta explicar que una persona emprendedora con criterio debe saber desenvolverse en un ambiente de riesgo. Para ello, nada mejor que hacer uso de los clásicos de Disney y buscar paralelismos con las noticias que aun siendo esperpénticas parecen no producirnos ningún espanto. Me refiero al clásico Los tres cerditos.

Para comprender el riesgo

Para comprender el riesgo

Si el cerdo cuando iba a hacer su vivienda hubiera sabido que venía el lobo, y de su fuerza voraz, nos hubiera fastidiado el cuento, la película y todo el merchandising posterior. El cerdo estaría en un ambiente de certeza, sabría lo que iba a ocurrir. Cuando en materia empresarial algún sujeto (masculino o femenino)  sabe con certeza qué va a suceder estaríamos ante un caso ilícito y a todas luces una irresponsabilidad social (si quieren corporativa). Si nos dejamos de remilgos, podemos decir rotundamente que estamos ante un verdadero cerdo, convertido en chorizo (masculino o femenino), pero cerdo al fin y al cabo.

También nos encontramos en este despropósito en el que se ha convertido la literatura emprendedora al uso con autores que plantean el hecho de emprender como una aventura. ¡Si es que nos va la marcha maquinera! Es el caso del reputado Fernando Trías de Bes cuando en la separata lúdica (así lo define el editor) del manual de Empresa e Iniciativa Emprendedora de Santillana, cuyo autor es Anxo Penalonga, contraataca del siguiente modo:

El riesgo no gusta a todo el mundo. Pero la incertidumbre es el ingrediente fundamental del emprendizaje” (propongo como banda sonora a esta frase lapidaria la versión de la canción Aquarius del mítico Raphael)

Aquarius Versión KaraoKe

Aquarius Versión KaraoKe

La incertidumbre en el peor de los casos es fruto de un desconocimiento total de lo que va a ocurrir y de qué depende (cantaría Pau Donés). En otros casos, apenas se sabe de qué depende el resultado de nuestra iniciativa empresarial. Para evitar esta incertidumbre, tan del gusto de Trias de Bes, se precisa formación y experiencia.  A dos de los cerditos parece que la incertidumbre no les fue muy bien, como a tantos empresarios y a tantas empresarias que inician su actividad sin un mínimo de formación y experiencia. Locales, naves y oficinas abandonados como derrumbadas las casas de los cerditos.

Sin embargo, el cerdito que comprendió el riesgo, que conocía la probabilidad de que apareciera el lobo (con banda sonora de la Orquesta Mondragón o de La Unión) tomó la decisión adecuada, construyendo una  casa resistente y, como buen hermano, dando cobijo en su casa a los dos cerditos desamparados ante tanta incertidumbre. También podría ser, como diría Cándida, que la vivienda del último cerdito estaba oficialmente protegida. En este ambiente de riesgo es en el que se mueven tantos empresarios y tantas empresarias que intentan actuar de forma responsable en un acto que podríamos llamar de economía social, con independencia de la figura jurídica por ellos y ellas elegida.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

7 comentarios
  1. Maria del Pilar González Segura
    Maria del Pilar González Segura Dice:

    Me resulta muy interesante realizar comparaciones de la situación real con cuentos infantiles didácticos, ya que es una forma bastante original de plasmar las actitudes y/o aptitudes personales tanto en la vida personal como en la profesional, además de facilitar la comprensión de algunos conceptos y lo más importante que éstos no sean olvidados.
    Este ejemplo del cuento de Los Tres Cerditos fue expuesto en clase, y al representar el riesgo y la toma de decisiones, otro cuento que se me ocurre es el de Caperucita Roja, ya que la protagonista tiene que hacer una elección entre el camino más largo y a su vez el más seguro y el corto pero sabiendo que corre peligro, como es de esperar Caperucita es precavida y prefiere dar pasos seguros aunque ello le conlleve más tiempo. Reflejándonos en este cuento deberíamos llevarlo a cabo en nuestra vida diaria y no precipitarnos a la hora de tomar decisiones y dejarnos llevar por la «vía» fácil o más rápida.
    Un refrán y gran consejo que me repite mucho mi padre:
    «Paciencia INFINITA, Resultados INMEDIATOS»

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  2. Isidro Martínez Sánchez
    Isidro Martínez Sánchez Dice:

    Al iniciar una actividad en el ámbito empresarial, como en la vida misma, nunca se sabe lo que ocurrirá el día de mañana. La incertidumbre y el riesgo son dos variables innatas que no se pueden eliminar de este proceso, pero que sí se pueden tratar de reducir con aspectos como la formación o la experiencia, instrumentos como la realización de estudios de mercado…
    Sin embargo, y a mi modo de pensar, considero que ya sea en un mundo fantástico o en la realidad, la perseverancia, el trabajo, el esfuerzo y la dedicación son las mejores variables a los que uno ha de acogerse para alcanzar su propósito. Como dice el refrán «todo esfuerzo tiene su recompensa» y esta fábula lo refleja claramente: la casa del tercero de los cerditos fue la única que se construyó bajo estos valores y la única resistió al lobo.

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  3. Juan José Sánchez Cano
    Juan José Sánchez Cano Dice:

    Sin moverme de este ámbito «cánido empresarial», se me viene a la mente el tan conocido cuento de Pedro y el lobo. Un joven que conocía con certeza el pavor que provocaba hacia sus vecinos decir que venía el lobo (para que nos hagamos una idea, imaginemos a Urdangarín haciendo un crowfunding) y aún así lo utilizaba a modo de mofa. Dicha reiteración provocó el desinterés de los vecinos, por lo que cuando verdaderamente esto ocurrió, Pedro, quedó a la merced de cualquier tipo de auxilio. Por lo que retomando el discurso emprendedor, claramente el personaje en cuestión sabía lo que hacía en todo momento, estaba en un caso (ilícito e irresponsable moralmente) y aparte de ello no contaba con la experiencia para dar respuesta al posible riesgo de no repuesta por parte de sus «consumidores» (los vecinos que continuamente eran engañados una y otra vez), por lo que una vez que se quedó en «cueros» no le quedó más remedio que acabar con el cuento (nunca mejor dicho) y hacerse cargo del verdadero lobo que había creado.

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  4. SARA BRIACH
    SARA BRIACH Dice:

    me parece muy interesante comparar el cuento de los tres cerditos con lo que puede pasar en el ámbito empresarial.Si planteamos el tema con una mirada desde la seguridad, yo en este caso he llegado a a la obtención de los siguientes conceptos:
    La amenaza: el lobo un factor potencialmente perturbador que puede ocasionar daños. Mientras que en la vida real especialmente en la ámbito empresarial las amenazas pueden ser, factores políticos, ambientales, tecnológicos y creo que también la toma de decisiones en situaciones de incertidumbre estructurada puede ser una amenaza.
    otro concepto es la vulnerabilidad, la menor o mayor capacidad de prevención. Por tanto este cuento permite determinar el riesgo potencial, relacionando la amenaza y la vulnerabilidad.

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  5. Laura Victoria Sánchez Barranco
    Laura Victoria Sánchez Barranco Dice:

    Creo que podríamos seguir hablando de cuentos, y seguiríamos tocando los mismos conceptos de riesgo e incertidumbre. Otro cuento que bien podría asemejarse a un empresario o empresaria actual sería el de «La lechera». Esta pequeña iba haciendo su camino hacia el mercado mientras fantaseaba en qué invertiría el dinero que le darían por el cántaro de leche. Iba tan absorta en el futuro que se despistó del presente, en el que se tropezó con un obstáculo. Yo diría que el obstáculo es el riesgo que muchos empresarios y empresarias no asumen ni prevén. Invierten su tiempo y recursos en llegar a lo más alto, cuando todos en el fondo sabemos que primero se aprende a caminar y después ya vendrá correr. Igual que una empresa realiza estudios de mercado y recopila información para disminuir esa incertidumbre tan temida, debe de minimizar riesgos para asegurar etapas poco a poco en vez de lanzarse directamente hacia el pastel. Yo creo que el tercer cerdito tuvo en cuenta los posibles riesgos y prefirió invertir más tiempo y recursos antes que intentar ser el primero con casa.

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